viernes, 24 de diciembre de 2010

Marzo en dos movimientos.


Ahora, en verdad no tengo ganas de escribir. Pero es cuatico como uno solo se obliga. Pero luego cuando lo haces te saltan ideas y simplemente las transmites. Esperando que te lean? Creo que no.
Marzo fue un poco de eso. Dar ideas. Para resolver problemas? Creo que no. Ya habian suficientes y suficientes no fuimos. Terremoto. Que mal, que angustia al ver un pueblo destrozado, en cuerpo y alma, llegar de noche encontrar en el suelo la humildad, el orgullo que se contraponían en un sentido. Recuerdo las ruinas. Me resuenan y me siento inutil hoy, ahora que me veo allá, lejos del hogar, siendo un pseudo héroe posmoderno que salvaría a la penuria, es que así se veía al joven universitario que viajaba al sure. Por que había que tener wata e perro, y los perros tenían que tener wata de humanos. O en realidad humanizados: es que nuestra intervencion, solo quizas intervino. Una marcha por que un pueblo no llore. No hubieron wanacos, no hubieron zorrillos, por que en esa zona no se da, simplemente por la fisonomía del lugar. Y si es verdad, fuimos unos tanto que quisimos vernos representados, aplacamos la ira del sentir, que se enfrascaba entre las cejas de los habitantes. Alegrese, motivese, salga de esa conserva. Era nuestra única invitasound.
Por otro lado, se me fueron nostálgicos los primeros dias. Me creia el cuento de ser universitario, de hacer lo que me gusta y todo el cuento. Tenia el pecho inflado, como vil orgulloso de cuanta mierda. Pero aqui estamos. Ahora, mas sencillos, me siento responsable de exponer. Conoci personas, muchas en verdad. Me sentía extraño, no me sentia en mi lugar. Detestaba muchas cosas, a muchos, y en verdad fue un alivio conocer personillas por ahi que realmente fueron el respiro al sentir. Pero eso viene en abril. por que en este tiempo, solo uno que otro formalismo se hicieron parte de nuestras visiones.